Presencia de pasajeros en el AILA es mínima tras falla de Microsoft
Pese al fallo en el sistema informático provocado por una actualización de la empresa de ciberseguridad Microsoft CrowdStrike, que afectó terminales en distintas partes del mundo, en el Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA), la presencia de pasajeros es mínima la noche de este viernes y sin aglomeraciones.
Aunque esta situación trajo consigo el retraso de 18 vuelos y la cancelación de otros cuatro de varias aerolíneas, los pasajeros afirman que en horas de la noche, el flujo ha sido normal y sin contratiempos.
Rosa María Santos, quien volaba por Delta Airlines hacía Estados Unidos, afirmó que la aerolínea le envió una notificación a su móvil advirtiendo sobre el “ligero” retraso por “incidente informático“.
Santos viajaba junto a su hijo y agregó que esta falla no interrumpió el flujo de la fila: “Hasta rápido me encuentro que fue todo el proceso”.
AILA fluye con normalidad
Un pasajero revisa el estatus de los vuelos. (SAMIL MATEO/ DL)
Algunos agentes de la aerolínea Jet Blue aseguraron que no tuvieron problemas y que cuando hubo “un poco más de personas” fue en horas de la tarde, pero los pasajeros pudieron hacer su check- in sin ningún tipo de anomalías.
Los counters de American Airlines, Arajet, Sky High, Spirit, entre otros, se encontraban cerrados porque ya no tenían vuelos, según indicó una de las auxiliares consultadas por Diario Libre.
Los supervisores de las aerolíneas abordados por DL coincidieron que este fallo técnico no perjudicó la circulación de los pasajeros en el horario nocturno, sin embargo, en horas de la tarde sí fue un poco caótico.
De acuerdo con la información servida por Aeropuertos Siglo XXI (Aerodom), operador del Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), los vuelos de Spirit Airlines No. 844 y No. 845 de llegada y salida, respectivamente, han sido los únicos cancelados hasta el momento producto del incidente informático y problemas adicionales a su sistema.
El apagón tecnológico mundial causó suspensión de vuelos, desconectó bancos y medios de comunicación y causó interrupciones en hospitales, pequeñas empresas y otros servicios el viernes, poniendo de manifiesto la fragilidad de un mundo digitalizado que depende sólo de un puñado de proveedores.