Condena máxima contra hombre culpable de triple crimen en Bonao

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El Tribunal Colegiado del distrito judicial de Monseñor Nouel condenó a 30 años de prisión a un hombre que en abril del 2023 ultimó a dos mujeres y un vigilante privado en el municipio Bonao.

Carlos Campusano Arias recibió la sentencia por ser el responsable de quitarle la vida a su esposa, Mayra Mordán García, de 52 años; a María Juana Ortiz Portorreal, de 41 años, con quien también mantenía una relación sentimental, y al seguridad de residencial Chamal II, Basilio Lebrón Pinales, de 48.

También de herir de bala en el hombro izquierdo a su hijo, Víctor Alfonso García, y por herida de arma blanca a Wandy Tomás Bonifacio Ramírez, de 42, propietario de la residencia donde laboraba su esposa.

De acuerdo al informe presentado ante el tribunal, los hechos ocurrieron en dos sectores de Bonao. Campusano primero se presentó al sector Los Solares de Villa Liberación y atacó a tiros a Ortiz Portorreal, quien murió en la escena.

De ahí recorrió cerca de un kilómetro en una motocicleta para llegar al residencial Chamal ll en La Salvia, perteneciente al distrito municipal Los Quemados, donde laboraba su esposa Mordán García, a quien también le propinó varias heridas de bala, provocándole la muerte. Allí también mató por heridas de proyectil al vigilante Lebrón Pinales.

En el complejo, el hombre hirió de bala en el hombro izquierdo a su hijo, Víctor Alfonso García, y por herida de arma blanca a Wandy Tomás Bonifacio Ramírez, de 42, propietario de la residencia donde laboraba su esposa.

Tras el triple crimen, el victimario fue impactado por una bala en el tórax en medio de su captura por agentes policiales.

Se recuerda que testigos del triple crimen cuestionan la actuación de los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar.

Un video, filmado en el interior del residencial donde ocurrió el segundo hecho, muestra cómo el victimario pasa armado caminando entre dos policías, sin que estos intenten neutralizarlo.

En la fílmica los agentes le ordenan a Campusano soltar el arma de fuego, llamado que éste ignoró y siguió su curso hasta la entrada del complejo.

La sentencia debe ser cumplida en el Centro de Corrección y Rehabilitación El Pinito, en La Vega.