“El Mundial debe tener un gran impacto en el futuro del fútbol de RD»

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Justo dentro de un mes, en la República Dominicana se pondrá a rodar la Copa del Mundo de la FIFA, en la categoría sub-17 femenina, apenas el segundo país del Caribe que acogerá un torneo universal del fútbol tras Trinidad & Tobago en 2010 (sub-17 en varones).

Se trata de una competencia que esas 16 selecciones que llegarán al país se proyecta que arrastre la ocupación de 28 mil camas/noches, que requerirá de una logística de más de 700 personas, entre ellas 500 voluntarios y que dejará una mejora como nunca antes en la infraestructura futbolística del país.

El torneo será disputado entre el 16 de octubre y el 3 de noviembre.

Durante 18 días, más de 200 países y estados recibirán imágenes desde la isla. Dominicana compartirá el grupo A con Ecuador, Nueva Zelanda y Nigeria. Un evento tan universal que también incluirá a países como Corea del Norte, Corea del Sur, Polonia, Kenia, Zambia, Estados Unidos, Brasil, España o Japón.

Santo Domingo y Santiago serán las sedes oficiales (dos grupos de cuatro en cada uno), pero los beneficios han llegado más allá de los transformados Estadio Olímpico Félix Sánchez y Cibao FC. Hasta 10 instalaciones que servirán de entrenamientos han sido remozadas con standard FIFA, desde el Parque del Este hasta La Barranquita, incluyendo en Moca y La Vega. 

Contra el reloj

En el comité organizador comienzan a respirar, tras seis meses con el acelerador a fondo, con el grupo de WhatsApp humeando desde antes de la salida del sol y hasta la madrugada.

“Todo ha sido más rápido, estamos a tiempo, se ha cumplido, lo que se podía hacer en dos años se ha logrado en seis meses”, dice Lidia Rojas, costarricense, a quien la FIFA envió como gerente de proyectos, para ayudar con su experiencia de un país que ya en 2014 montó este torneo y en 2022 lo hizo con el sub-20.

Rojas es una todo terrenos ; lleva 22 años en las oficinas de la Federación Costarricense y en 2018 cuando Panamá se estrenó en un Mundial (Rusia) apeló a ella para que le manejara la logística y las operaciones.

La FIFA otorgó la sede del evento en junio de 2023, una distinción a un país que en plena pandemia se convirtió en epicentro de competencias regionales de clubes y selecciones nacionales, con notas altas como organizador.

Era un compromiso que no estaba en el radar del Gobierno, pero desde el Poder Ejecutivo decidieron asumirlo, al ver el potencial que tenía no solo por la infraestructura que dejaría, sino también por el conocimiento técnico que dejaría.

Lo explica Benny Metz, viceministro de la Presidencia y comisionado Nacional de Fútbol. “Lo vimos como el legado que iba a dejar, 10 canchas intervenidas con ese nivel de tecnicismo, el know-how, aprender de la FIFA como se monta un evento de alto nivel y el presidente (Luis) Abinader es un gran creyente del deporte. Lo vimos como una gran oportunidad para que el fútbol creciera”.

En esa línea coincide Ángel Baliño, un promotor del balompié en el país por décadas, creador de equipos y de los propulsores de la LDF. Baliño ingresó en abril a la directiva de la Fedofútbol como vicepresidente y de inmediato hubo que apretar con la ruta crítica.

“Va dejar un gran legado, en la tónica del avance que ha tenido el fútbol dominicano últimamente. El hecho de que FIFA nos otorgue un Mundial es por algo; no se saca de una tómbola, fue por los eventos previos que hizo Concacaf en Dominicana, el cumplimiento, el clima, la seguridad del país, todo eso ayudó, entendieron que era el tiempo de darnos un Mundial”, dijo Baliño. 

Rojas lo acuña y apunta a que montar este torneo, siempre y cuando los dominicanos puedan capitalizar lo que este dejará, debe de tener un impacto en el corto plazo en una rama como el femenino, que figura entre las disciplinas de mayor crecimiento en el planeta.

“He visto el impacto que tiene un Mundial en cualquier categoría. Hace diez años en Costa Rica el fútbol femenino no estaba bien desarrollado, vino el Mundial y dio un cambio. El público que sigue el femenino es diferente al masculino, van con sus amigas, es un fútbol más familiar, un ambiente diferente, esa experiencia la tuvimos”, dijo. “Sin dudas que este evento generará un cambio aquí también”.

El legado

La FIFA ha donado las modernas máquinas que literalmente “cosen” la superficie de los estadios donde se jugará. Hace un híbrido entre el césped natural con hilos, que permite una mayor resistencia al uso intenso.

Alan Ferguson, un escocés que es el encargado de terrenos de la FIFA, ha venido al país y tiene un equipo de técnicos al frente de los trabajos. La uruguaya Valentina Pomi, quien ha sido jefa de seguridad en Copas del Mundo de mayores, tendrá su responsabilidad en esta ocasión.

Elizabeth Mena es la encargada del comité organizador y califica como mayúsculo el desafío. En la actualidad, poco más de un centenar de personas trabaja en el montaje.

“Vivir la experiencia de un Mundial no se tiene todos los días”, dice Mena. “Todo como país debemos abrazarlo. Solo por ir a ver lo linda que están las instalaciones se justifica”.

Este lunes, a partir de las 8:00 pm en una red de emisoras, será lanzada la canción oficial de un evento con las boletas a 300 pesos por jornada, que incluye dos partidos.

Taní, una mascota que honra la isla

Arlene Reyes, gerente de comunicación del comité organizador, explicó que esta cita mundialista femenina sub-17 será la última en que haya 16 conjuntos participantes, ya que el elenco se ampliará a 24 en la próxima edición, en Marruecos, en 2025. 

Reyes indicó que el nombre de la mascota, Taní, hace referencia a las raíces indígenas de la isla, correspondientes al pueblo taíno, que se mezcla también con el nombre de ‘Ana’, que en el idioma de estos nativos significa “flor” y que forman la palabra ‘Taní’ para representar la exuberante belleza natural del país.

Además, se busca revivir el emergente talento natural y el espíritu de las jugadoras participantes.

La mascota, que será el símbolo de la primera competición de la FIFA que se organiza en la República Dominicana, se podrá ver durante todos los partidos en los estadios de las ciudades anfitrionas. La semana pasada estuvo en diferentes centros comerciales de Santo Domingo y Santiago.

Si bien las entradas para las jornadas costarán RD$300 en el caso del partido inaugural y la final costarán RD$500. Habrá además distintas opciones de descuentos, como ofertas para familias (del 25 % para grupos de cinco o más personas), abonos para estadios (con un 33 % de descuento para todos los encuentros que se jueguen en una misma sede).