El reto de envejecer con dignidad en RD

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A sus 81 años, don Miguel se mantiene activo en su trabajo. El abogado y comerciante se encarga del pago de todos los servicios de su hogar, incluyendo mantenimiento del edificio, luz, agua, teléfono y supermercado.

A esto se suman unos gastos enormes en medicamentos, tanto propios como de su esposa, quien desde hace cuatro años se jubiló y es paciente diabética.

“Soy el proveedor de la casa, aunque quiera, no puedo dejar de trabajar. Es difícil porque ya estoy cansado. Solo en la última cita al oculista a mi esposa le inyectaron un medicamento que cuesta 53 mil pesos el pinchazo en cada ojo”, comentó.

El envejeciente conoció desde muy niño la cultura del trabajo y creó hábitos de ahorro que, al día de hoy, han sido su principal sustento. “Pero los ahorros se agotan”, destacó.

La resolución 72-03 sobre beneficios de pensión del régimen contributivo establece que, en República Dominicana, se adquiere derecho a una pensión por vejez cuando un afiliado cumple 60 años o más y haya cotizado durante un mínimo de 360 meses. 

En el caso de Abelardo Peña, quien cumplirá 60 años en el próximo mes de abril, indicó que “mientras mi cuerpo y mi mente me lo permita, trabajaré. No puedo estar ocioso en mi casa”.

El empleado privado se siente en plenas facultades por lo que no se ha planteado jubilarse ni mucho menos ideado un plan económico para sustentar los años dorados de su vida. 

“Cuento con lo que tengo en la Administradora de Fondos de Pensiones (AFP), ahorritos, pero es poca cosa, eso no da para nada. Cuando llegue la carga uno la arregla en el camino, pero no estoy dándole mente a eso”, confesó.

“Cada vez tenemos menos trabajadores activos y más pensionados. La tasa de reemplazo no es justa.” Arismendi Díaz Santana Economista especializado en Seguridad Social

No basta con la AFP

Diario Libre conversó con Arismendi Díaz Santana, economista especializado en Seguridad Social y uno de los redactores de la Ley 87-01 que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social, quien aseguró que el reto más importante que enfrenta el país en materia de pensiones es valorar el ahorro con visión de futuro, obligando a los trabajadores a contar con ahorro individual, ya que, a su juicio, ni en República Dominicana ni en ninguna parte del mundo, se vive un retiro digno sustentado únicamente en los pagos de las AFP.

“Antes, muchos padres tenían muchos hijos con la esperanza de que los protegieran en la vejez. Ahora las familias son más pequeñas y los hijos más independientes de sus padres. Otro reto es comprender que la vejez representa un costo cada vez mayor y que hay que ahorrar para garantizar un retiro digno. La mayoría de las pensiones que se otorgan cubren lo básico, pero no lo necesario, por lo que es imprescindible complementarlas con el ahorro individual para el retiro”, declaró el también presidente de la Fundación Seguridad Social Para Todos.

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Infografía

Arismendi Díaz Santana. (ARCHIVO DL)

De acuerdo con Díaz Santana, vivimos en una cultura cortoplacista, en una sociedad consumista, vanidosa, superficial, que subestima todo el ahorro para el futuro, pero el aumento progresivo de la esperanza de vida ha hecho que las personas tomen cada vez mayor conciencia de sus retos a futuro.

El especialista propone reformas urgentes a la Ley 87-01 para elevar la tasa de reemplazo y garantizar mejores pensiones para todos, ya que, al momento del retiro, el empleado disfrutará solo entre el 15 y 20 % de su último salario.

Como posibles soluciones, plantea el aumento de la edad de retiro a los 65 años, así como aumentar gradualmente de 9.97 % a 15 % la cotización mensual que hace el afiliado.

Cada vez más pensionados

Díaz Santana dijo que “la cantidad de pensionados crece cada vez más, viven más años y necesitan más ingresos, pero los sistemas contributivos no crecen en igual proporción. En términos relativos, cada vez tenemos menos trabajadores activos y más pensionados”.

Eso influye en que muchos retarden la jubilación “porque temen perder el seguro de salud en la etapa en que más lo necesitan. Otros no se retiran porque se sienten útiles para seguir aportando, trabajar los ayuda a mantener activa su mente. La gran mayoría de la gente todavía a los 65 años puede trabajar. Otros, que no tienen pensión, están obligados a buscársela hasta una avanzada edad”.

“Es difícil ahorrar si no hay educación y orientación para la vejez. La tasa de reemplazo no es justa, es muy baja y sin cambios, va a agudizar la pobreza. Es necesario tomar consciencia que hoy los pensionados viven el doble de años que en los 80, se ha triplicado el costo de vida y las aportaciones apenas han aumentado”, insistió.

El economista solicitó al Estado aplicar una política de protección contra la vejez, donde los mayores de 65 años disfruten de tarifas reducidas en los servicios básicos: electricidad, alquiler, compras en los supermercados, transporte, internet, medicinas, deportes, espectáculos, pasajes aéreos y hasta restaurantes, citando el ejemplo de Panamá donde se cumple esta normativa.

Crece la población de adultos mayores

El informe general del X Censo Nacional de Población y Vivienda 2022, publicado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) reveló que en República Dominicana se verificó un envejecimiento de la población.

“Los menores de 5 años constituyen el 8.2 %, mientras que el grupo menor de 15 años es del 25 %. En cambio, la población de 65 años y más es superior al 9 %, mientras que el grupo de 75 años y más ronda el 3.7 %”, sustenta el documento.

En comparación a censos anteriores, la población mayor de 60 años apenas representaba un 4.4 % en el 1950 y un 8.6 % en el año 2010.

Para el año 2050 se espera que uno de cada cinco dominicanos (cerca del 20 %), sean personas mayores de 60 años. En el largo plazo, en el año 2100, se proyecta que un tercio de los habitantes del país serán mayores de 60 años. Es decir, a partir del año 2070, la población mayor de 80 años superará en número a la población de menores de 5 años, de acuerdo con los cálculos de la ONE.

En 2022, la población total del país era de 10,773,983 habitantes.