Ezequiel Molina: la historia de su respaldo a gobiernos

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El pastor Ezequiel Molina Rosario, figura central de la comunidad evangélica dominicana, ha sido durante décadas un referente espiritual y, al mismo tiempo, una figura controvertida. Desde su tribuna en la tradicional Batalla de la Fe y en las redes sociales sus declaraciones han sacudido la opinión pública al abordar temas como la corrupción, los derechos reproductivos, la comunidad LGTBIQ++ y las estructuras políticas.

Desde sus primeros discursos, Molina ha señalado la corrupción como un flagelo que destruye a la sociedad, abordando, además, temas como la delincuencia, la reelección política y los intercambios de disparos entre policías y delincuentes.

En 2016, durante su acostumbrado discurso frente a miles de evangélicos reunidos en la Batalla de la Fe, criticó la corrupción en presencia del entonces presidente Danilo Medina. En esa ocasión, afirmó que la República Dominicana enfrentaba un deterioro moral generalizado, agravado por los actos de corrupción.

Para 2018, con Medina aún en la presidencia, fue más contundente: “No es posible eliminar el maldito flagelo de la corrupción porque la democracia nació defectuosa”, dijo, sugiriendo la implementación de límites de dos períodos para los cargos públicos como solución.

Sin embargo, en 2015, Molina había expresado su apoyo a la reelección de Medina, asegurando que modificar la Constitución para permitirla no sería un “pecado social”. Este comentario generó críticas, pues muchos lo percibieron como contradictorio respecto a su postura anticorrupción.

En los últimos meses del gobierno de Medina, en 2020, Molina instó al presidente a levantar las medidas restrictivas del estado de emergencia por la pandemia del COVID-19, advirtiendo sobre un posible estallido social debido a la desesperación de la población.

Posteriormente, en plena campaña electoral, exhortó a los cristianos a no votar por candidatos corruptos ni por aquellos que promovieran leyes favorables al aborto o a la comunidad LGTBIQ++, calificándolos como “personas que quieren estar bien con Dios y con el diablo”.

El aborto y la comunidad LGTBIQ++

El aborto y los derechos de la comunidad LGTBIQ++ han sido temas centrales en sus intervenciones. En 2017, calificó el aborto como un “antivalor” y, en 2019, lo describió como un atentado contra niños indefensos. En 2021, criticó la despenalización del aborto, argumentando que no representaba un avance social, sino un retroceso moral.

Su postura hacia la comunidad LGTBIQ++ ha sido aún más controvertida. En junio de 2024, calificó como “asco” el matrimonio entre el mercadólogo José Llano y el doctor Jesús Abreu Montero, declarando que, si sus padres hubieran sido homosexuales, ellos no habrían nacido.

El rol de las mujeres: un discurso tradicionalista

Durante la Batalla de la Fe de este 2025, Molina generó otra polémica al afirmar: “Detrás de cada mujer exitosa, lo más probable es que haya un hogar descuidado”. Citó estadísticas que mostraban un aumento en la participación laboral femenina como ejemplo de un “problema social”, vinculándolo a la pérdida de valores tradicionales.

En temas de violencia y justicia, Molina ha respaldado acciones policiales contra la delincuencia, justificando los intercambios de disparos con la frase: “El que a hierro mata, a hierro muere”. Asimismo, ha exigido al Ministerio Público actuar con transparencia en los casos de corrupción para no perder la confianza del pueblo.

Posturas sobre la soberanía y Haití

En 2022, Molina criticó las posturas internacionales sobre la migración haitiana, especialmente la orden de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de detener las deportaciones de mujeres embarazadas. Instó a las naciones que critican al país a ofrecer “un pedazo de su territorio” a los haitianos. 

Sus posturas han causado revuelo desde 1982.

Rechazo de las mujeres

Los comentarios de Molina sobre las mujeres en su evento anual en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, generaron el repudio generalizado de básicamente todos los gremios femeninos.

La Asociación Nacional de Mujeres Empresarias, Ejecutivas y Profesionales rechazó las declaraciones del pastor. Señaló que el éxito profesional de las mujeres no está en contradicción con su capacidad para contribuir a la armonía familiar.

El Foro de Mujeres Periodistas Dominicanas lo llamó “el primer acto de violencia simbólica de 2025 contra las dominicanas”. “Necesitamos una iglesia que apoye el éxito y la autonomía de las mujeres, no que las castigue”, publicó la organización.

La presidenta de la Comisión Permanente de Género del Senado, Aracelis Villanueva, también cuestionó a Molina aunque suavizó el tono sugiriendo que quizá no hubo mala intención.