Las peticiones de la Iglesia en el Día de la Altagracia
En su tradicional sermón, a propósito del Día de la madre espiritual y protectora del pueblo dominicano, la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia, en Higüey, expuso la necesidad de atender diversos temas de interés nacional.
Desde la regularización de la mano de obra extranjera en el país hasta la protección de la vida desde la concepción, el mensaje del obispo Jesús Castro Marte señaló algunas necesidades que, a juicio de la Iglesia católica dominicana, deben ser atendidas por el Gobierno Central.
En ese sentido, el párroco expresó la urgencia de que se busque una solución jurídica para los trabajadores extranjeros, en su mayoría haitianos, de los cuales dependen sectores clave para el desarrollo, como la construcción y la agricultura.
“Frente al tema migratorio impera lo que se llama una doble moral, que no nos identifica ni como dominicanos ni, mucho menos, como creyentes. Quiero profundizar en este tema a nivel económico. Hay que buscar, en el marco jurídico, una salida a los contratos de tantos obreros extranjeros”, expresó.
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En otro orden, Castro Marte destacó que el Poder Judicial padece muchas precariedades por falta de recursos.
“Las salas y los jueces no dan abasto para impartir justicia a una nación que crece en población, así como en los ámbitos económico, social y político. El sistema de justicia necesita más inversión económica porque, como he explicado, hemos crecido a nivel económico, y esto trae muchas complicaciones y nuevos problemas judiciales”, dijo.
El “sí a la vida”, las restricciones de bebidas alcohólicas y otros puntos del mensaje
El sacerdote aseguró que las restricciones en el horario de expendio de bebidas alcohólicas deben endurecerse para prevenir accidentes de tránsito en carreras clandestinas, garantizar la tranquilidad de las familias y preservar la integridad de la juventud dominicana.
“La restricción de los horarios para la venta de bebidas alcohólicas e, inclusive sustancias prohibidas, debemos reforzarla enérgicamente”, manifestó.
Castro Marte aprovechó la celebración para reafirmar la posición de la Iglesia católica respecto al aborto y las tres causales, pidiendo a la ciudadanía que dé un “sí a la vida”, como lo hizo María.
En esa línea, el obispo llamó a los partidos a asumir su ideología, no trabajar por intereses particulares y unirse para promover políticas “sanas”.
Entre los demás temas tocados durante la ceremonia, se abordaron la importancia de mejorar la atención a la salud mental en el país y el respeto a las mujeres.
En su alocución, Castro Marte también destacó el crecimiento económico de República Dominicana en los últimos años y los avances en términos de desarrollo.
El presidente y varios funcionarios acudieron a la eucaristía
A su llegada a la ceremonia religiosa, a las 9:45 de la mañana, el presidente Luis Abinader recibió los honores militares tradicionales, con una salva de 21 cañonazos y la entonación del Himno Nacional, a cargo del Batallón de Honor de la Guardia Presidencial.
Al inicio de la solemne eucaristía, monseñor Castro Marte expresó su gratitud por la presencia del jefe de Estado y, de igual forma, saludó la asistencia de la primera dama, Raquel Arbaje, la vicepresidenta, Raquel Peña, así como de autoridades civiles y militares que se dieron cita en la casa de la Virgen de La Altagracia.
Al término de la misa, el presidente Abinader, junto a la primera dama y la vicepresidenta, subió al altar donde está colocada la imagen de la Virgen de la Altagracia y, luego, se dirigió a la sacristía.
Junto al presidente Abinader estuvieron el expresidente Hipólito Mejía; los ministros de Defensa, teniente general Carlos Antonio Fernández Onofre, y de Interior y Policía, Faride Raful; la gobernadora provincial, Martina Pepén; el senador provincial, Rafael Barón Duluc Rijo (Cholitín); el director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, y la alcaldesa del municipio de Higüey, Karina Aristy.
También asistieron los comandantes generales del Ejército, mayor general Jorge Iván Camino Pérez; de la Armada de República Dominicana, vicealmirante Agustín Morillo Rodríguez, y de la Fuerza Aérea, mayor general piloto Floreal Suárez Martínez.