Como si se tratara de un pariente muy cercano, sienten vecinos del residencial Colinas del Seminario, en el sector Los Ríos, el asesinato del vigilante Ezequiel de León Fajardo (El Gordo) el pasado jueves en la noche.

Las lamentaciones son unánimes, desde residentes de clase social acomodada hasta vecinos del barrio de Los Ríos con quien compartía, porque “El Gordo” era un hombre que se daba a querer por todos, locuaz y de buen trato, dicen vecinos y otros allegados.

Nova, compañero de trabajo de la víctima, no deja de ver el video cuando casi el día se terminaba, a las 11:50 de la noche del jueves se observa a un hombre bajar de un pequeño carro blanco de la puerta trasera y dispara a la cabeza y luego al estómago del vigilante y a otra persona que le acompañaba en la garita del residencial sin mediar palabras. 

El o los asesinos entraron por la puerta dos y salieron por la 1 donde ocurrió el hecho y lo que todos se preguntan por qué esa muerte si El Gordo no se metía con nadie.

Cuenta Nova que más que un compañero, Manuel, como también se le conocía, era como un hermano, un hombre de trato fino, trabajador, servicial y siempre alegre.

“A esta comunidad le ha dolido más que si fuese un familiar, el dolor que tiene este barrio, usted no se lo imagina, yo que soy su compañero de trabajo, lo tenía como un hermano, como un familiar, una persona que no se metía con nadie, a todo el mundo ese hombre le tenía amor”, indicó.

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Yaco, un nacional haitiano amigo que labora en la residencial cuenta que en las noches se iba a conversar con él en la garita, a veces le compraba cena y se las comían entre los dos. “Ese hombre era muy decente, a todo el mundo, el trataba a todo el mundo con cariño, con amor”, relató.

Sobre el asesinato, los vecinos dudan que fuera para robarle el arma y argumentan que esa pudo ser una forma de despistar a las autoridades. Entienden que personas lo fueron a matar y algunos encuentran raro que los asesinos entraran por la puerta 2 hasta la 1 donde ocurrió el asesinato.

Roberto Toribio, residente en Colinas del Seminario, manifestó que era uno de los seguridad que la comunidad más quería, un hombre que trabajaba los 31 de diciembre, Nochebuena o cualquier día. “El Gordo no tenía descanso, trabaja 31, el día primero, Semana Santa, era una persona que siempre estaba alegre, que saludada a la comunidad, siempre estaba alegre, nunca tenía mala cara para nadie”.

Entiende que el asesinato no parece ser de la delincuencia común y manifestó en la Policía patrulla el sector con frecuencia, pero, además, es un residencial con seguridad en las tres salidas.

Fuera del residencial, en el barrio Los Ríos, la gente habla de la bondad de “El Gordo”, de su don de gente, que trataba a todo el mundo con la misma simpatía y respeto. Informaron que Los Ríos es como cualquier otro barrio donde la policía patrulla, pero reconocen que siempre hay antisociales como en otros barrios de la capital.

La Policía

El vocero de la Policía, coronel Diego Pesquiera, informó que el caso es investigado y que hay varias personas detenidas, aunque no reveló cuántas. Agentes del Dicrim levantan las evidencias y analizan las cámaras para identificar a los asesinos.  

 Se informó que los vigilantes que trabajaban esa noche fueron interrogados como parte de las investigaciones, así como otras personas.

 Sepultura   

Ezequiel de León Fajardo (El Gordo) era nativo del municipio de Yamasá y fue sepultado este domingo a las 10:00 de la mañana en el cementerio local de ese municipio de Monte Plata en medio del dolor de sus familiares. Extraoficialmente se informó que tenía tres hijos mayores de edad.