El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, apela a que quienes administran los recursos públicos también se sacrifiquen en término de sus gastos, para que la reforma fiscal (el Proyecto de Modernización Fiscal) que se quiere implementar sea eficiente.

“El gobierno debe comprometerse para que la reforma no afecte el bolsillo de los más necesitados”, apuntó el prelado católico.

El religioso aboga para que sean retirados de la nómina estatal los gastos innecesarios, entre los que destaca sueldos lujosos y otras inversiones que afectan la economía nacional.

Advierte que sin la austeridad de las autoridades no vale de nada la implementación de políticas económicas.

Monseñor Morel alerta que la clase media no soporta más cargas a los impuestos que ya pagan.

Aunque dice entender la justificación de las autoridades para realizar el Proyecto de Modernización Fiscal, el obispo expresa la necesidad de que las autoridades mejoren la evasión de impuestos.

Además, aboga por que los recursos que se logren adquirir, en caso de que se logre aprobar la reforma, no se queden en manos de otras personas.

“Demasiado dinero se ha perdido en la corrupción. Creo que hay que frenar un poco ese flagelo, para que esos recursos sean invertidos en las áreas más importantes de la sociedad”, externó.

El gobierno presentó el Proyecto de Modernización Fiscal la tarde del lunes durante La Semanal con la Prensa, en el Palacio Nacional.

Estiman que la reforma entre en vigencia a partir del primero de enero de 2025.