Una reciente investigación ha reavivado el antiguo debate sobre el paradero de los restos de Cristóbal Colón, el navegante y almirante genovés a quien se le atribuye el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492.

Durante años, ha existido una controversia en torno a si los restos del famoso explorador reposan en el Faro a Colón en la República Dominicana o en la catedral de Sevilla, España. Sin embargo, un nuevo giro en la investigación ha generado más preguntas que respuestas sobre su destino final.

Recientemente, el Museo Naval de la Armada Española en Madrid anunció que los investigadores han logrado localizar la capilla en Valladolid, España, donde fue enterrado Colón tras su muerte en 1506.

Este hallazgo, basado en una investigación histórica detallada y confirmada mediante georradar, está vinculado a los estudios de ADN que lleva a cabo el departamento de Medicina Legal de la Universidad de Granada desde 2005.

Estos estudios han confirmado que los restos que reposan en Sevilla son efectivamente los del almirante. No obstante, la polémica persiste, ya que los investigadores también admiten que el esqueleto en Sevilla está incompleto.

Esta situación ha sido un punto clave para los defensores dominicanos que afirman que los restos de Colón también se encuentran en el país caribeño.

Palabras del descendiente de Colón

El duque de Veragua, un descendiente directo de Colón, se pronunció sobre el tema, subrayando que «ni están todos en Sevilla ni están todos en Dominicana». El doctor José Antonio Lorente, quien dirige el proyecto en Granada, también se mostró abierto a la posibilidad de que los restos de Colón estén divididos entre ambas localidades.

Sin embargo, señaló que los huesos en la República Dominicana no han sido objeto de estudio porque las autoridades del país rechazaron la necesidad de realizar análisis, al considerar que no existe duda de su autenticidad.

La investigación en curso, que incluye el análisis de ADN de los restos de Cristóbal Colón, su hijo Hernando y su hermano Diego, sigue siendo crucial para intentar resolver el misterio.

A medida que avanza, queda en el aire la interrogante de si los huesos en República Dominicana podrían también pertenecer al navegante, añadiendo más profundidad a este fascinante enigma histórico.