Santos Gregorio y su precaria situación en las calles de SDE

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Un hombre de 62 años se ha convertido en una figura recurrente para quienes transitan por la calle San Francisco de Asís, cerca de la avenida Las Américas, en Santo Domingo Este. Desde hace aproximadamente cuatro meses, permanece apostado en un rincón de la zona. 

La insalubridad lo ha invadido por completo: su ropa sucia se adhiere a su cuerpo, el hedor lo rodea y las moscas parecen seguirlo como sombras errantes.

Un equipo de Diario Libre se acercó a conversar con él, ante la denuncia de varios vecinos por su situación. El hombre se identificó como Santos Gregorio Pimentel del Rosario y explicó que estuvo ingresado en el Hospital Darío Contreras durante dos semanas, luego de sufrir un accidente de tránsito cerca del Mercado Nuevo, en el Distrito Nacional.

Comentó que tiene dos hermanos, uno vive en un barrio cercano al Mercado Nuevo, y el otro por el kilómetro 24 de la Autopista Duarte, pero nunca han sido cercanos. 

Manifestó que, antes de llegar a ese estado, tenía una casa alquilada en el sector La Zurza, en el Distrito Nacional, pero los dueños le pidieron que la abandonara debido a que no estaba pagando por falta de recursos económicos. Indicó que, de vez en cuando, vendía aguacates, pero solo le alcanzaba para cubrir algunas necesidades.

El gesto de solidaridad de los vecinos

Algunos vecinos han intentado tenderle una mano. Con esfuerzo, lo han bañado, le han llevado ropa limpia y le han ofrecido comida. Sin embargo, al no contar con un techo, realiza sus necesidades al aire libre y permanece con la misma ropa que lleva puesta.

Juliana Jiménez, residente en la zona, indicó que ella y algunos comunitarios han llamado a las autoridades de Salud Pública y al Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape). Sin embargo, hasta el momento no han recibido ninguna respuesta para ayudarle.

“Nosotros lo bañamos, le ponemos ropa, le damos comida, y le han puesto cojines y de todo. Pero él mismo, a la media hora, se hace pupú, se saca la pupú con la mano y, cuando uno le trae la comida, el café o lo que sea, así, con la mano sucia de pupú, se lo come”, dijo Juliana.

Agregó que, aunque ahora se encuentra en la parte trasera del Colegio San Francisco de Asís, anteriormente ha estado en otros puntos de los alrededores del Hospital Darío Contreras

Kendry Félix, quien trabaja en la zona, expresó que el indigente no ha fallecido porque ellos le ofrecen agua y comida.

Indicó que hay una señora cristiana que, de vez en cuando, también paga a alguien para que lo bañe.

No es la primera vez que pasa en la zona 

Aseguran que la situación que enfrentan con Santos Gregorio no es la primera. Señalan que han surgido otros casos similares y denuncian que muchos de ellos han sido pacientes del Hospital Darío Contreras.

No obstante, el centro asegura que no abandona a sus pacientes en la calle y que cuenta con un departamento de Servicios Sociales que realiza investigaciones para localizar a los familiares de quienes se encuentran hospitalizados sin compañía. Además, explican que, en muchos casos, los propios familiares se niegan a aceptar a los pacientes.

Indicaron que trabajan algunos casos en conjunto con el Conape, aunque este organismo también tiene políticas específicas para el ingreso de pacientes.